La tarde del 5
de enero de 1810 fue un verdadero desastre para la ciudad de Málaga. La
patrulla avanzada de jinetes situados en el camino de Cártama, vio en la
distancia como dos columnas francesas del ejército del general Horacio
Sebastiani tomaban la deriva hacia el oeste. Entonces el núcleo más compacto
del Regimiento de Infantería de Málaga, tanto en cadena de mando como en el
número de la tropa, se dirigió hacia el barrio de El Perchel. Allí, junto con
percheleros y Urbanos, formó el núcleo más importante de resistencia, a pie,
una vez se verificó la deserción en masa de la caballería situada en esta zona
por el coronel Abello. Copada esta resistencia por los dos ejes de progresión
de las columnas francesas, tanto la que entró cercana a la playa por lo que hoy
es calle Cuarteles, y la que lo hizo por el camino de Cártama; no les quedó más
remedio a los hombres del Málaga, si no querían verse obligados a servir en el
ejército josefino, que huir hacia el oeste, aprovechando las primeras sombras
de la noche. Más datos para los lectores que nos siguen, a continuación.
En el
recuerdo perchelero
Los momentos y
discurso, en los que con las banderas, coronela y del I batallón, como testigos
de excepción del emocionante recuerdo a los integrantes de Regimiento de Infantería de
Málaga, en El Perchel, llenan de emoción: “Con nuestra presencia, palabra y
uniformidad, rendimos honor a los integrantes del Regimiento de Infantería de
Málaga, unidad titular de nuestra capital en la Guerra de la Independencia,
cuyos integrantes, encontrándose de guarnición en esta plaza en la tarde del 5
de febrero de 1810, lucharon codo con codo con percheleros y Urbanos, defendiendo
El Perchel de los desmanes de las tropas francesas, y que a diferencia de otras
unidades, en un último momento, este núcleo del Málaga prefirió escapar para no
verse sometido al juramento de fidelidad del rey José. Recordemos con este
sencillo recuerdo, el alma de aquellos hombres, y como ciudadanos de ahora,
honremos su memoria”.