El Ayuntamiento de Antequera entrega su bandera a la Asociación Torrijos 1831, en el homenaje dedicado al capitán Vicente Moreno.

Asociación Torrijos 1831.

Tras el homenaje realizado el domingo 7 de mayo, por nuestra recreación histórica Regimiento de Infantería de Málaga, en memoria del héroe antequerano Vicente Moreno Baptista, delante de la estatua que de él se erige en la ciudad de Antequera, donde cobraron un especial protagonismo las banderas de las localidades vinculadas con la vida de Moreno y su querido Regimiento de Infantería de Málaga, donde desarrolló toda su vida castrense; insignias que han sido entregadas por presidentes de ciudades autónomas y alcaldes, como las de Málaga y Melilla; la coronela del cuerpo; las de los pueblos de las batallas donde intervino: Almonacid, Ocaña y Arquillos, y donde consiguió como guerrillero una de sus victorias más importante sobre los franceses: Riogordo; el teniente de alcalde de Antequera, José Luque Jaime, entregó a la Asociación la última bandera que le quedaba por obtener al colectivo respecto al capitán Moreno: la propia de Antequera. Una vez sujeta al mástil transportado para el efecto, nuestro abanderado Domingo Adán la tremoló a los gritos de “¡Viva el capitán Vicente Moreno Baptista!”, “¡Viva Antequera!”, “¡Viva el Regimiento de Infantería de Málaga!”. Más datos para los lectores que habitualmente nos siguen, a continuación.

Biografía del capitán Vicente Moreno Baptista.

Hijo de Juan Moreno Márquez y Petronila Baptista Márquez, el futuro militar nació el 7 de enero de 1773 en Antequera, siendo bautizado con el nombre de Vicente Moreno Baptista en la iglesia de San Sebastián. El 12 de junio de 1792, con sólo 19 años, ingresó como soldado en el recientemente constituido Regimiento de Infantería de Línea Fijo de Málaga, siendo cadete del mismo en septiembre de 1795. En él conseguiría los empleos de segundo subteniente (1799), primer subteniente (1800), teniente (1805) y capitán (1809).  Era primer subteniente, cuando contrajo matrimonio con la malagueña María Teresa Velasco García, hija del fallecido José Velasco, militar que en sus últimos tiempos había sido Ayudante de la Plaza de Málaga. La boda se realizó el 9 de diciembre de 1800, en la iglesia castrense de Santiago, en calle Granada, oficiándola fray Antonio Gale, presbítero religioso de Santo Domingo, que para esa ocasión era capellán interino del Regimiento de Infantería de Málaga. La novia llevó como dote la renta de una casa que su madre poseía en calle de la Victoria. El matrimonio tuvo un total de cuatro
hijos, siendo el mayor de ellos, Juan.
En 1810, Vicente Moreno marchó con el Regimiento de Málaga hasta Ayamonte, por la campaña contra Portugal. Terminada la situación bélica, la unidad pasó destinada a Cádiz. El día 16 de junio de 1805, encontrándose destinado en Málaga, Vicente Moreno ascendió a teniente, continuando de guarnición en la capital (1).
El 12 de diciembre de 1808, el teniente Moreno marchó con el Regimiento de Infantería de Málaga, hacia Granada, participando en 1809, ya como capitán recién ascendido, en las batallas de Almonacid y Ocaña, y en 1810, en la acción de Arquillos, dirigiéndose con otros dispersos hacia el Campo de Gibraltar, donde se presentó el comandante general interino del mismo, Francisco Javier Abadía, buen conocedor del Regimiento de Infantería de Línea Málaga, pues había servido en él. Abadía, convenció a Moreno paraque formara parte de las guerrillas que, en la concepción de su estrategia, la Regencia estaba potenciando en la parte este de la provincia de Málaga y oeste de la de Granada, que por ser un terreno montañoso era difícil de controlar por los franceses, una zona en la que, entre otros, también destacaría el famoso guerrillero Antonio Muñoz, conocido como el “Cura de Riogordo”. Abadía extendió pasaporte a Moreno, y éste se trasladó a la zona de la Axarquía malagueña, donde gracias al apoyo del cura José Pinto, levantó en Benagarmosa una partida que se mostró muy activa con acciones en Torre del Mar, Torrox, Nerja, Riogordo, Periana y Alcaucín, convirtiéndose pronto en objetivo prioritario para los mandos franceses, primero para atraerlo a su bando, y después, para acabar con él, a través de la traición y la emboscada. Ésta se produjo en la zona de Navazo-Hondo, en la noche del 2 de agosto de 1810, donde la partida de Moreno fue materialmente destruida, por fuerzas superiores. Los prisioneros fueron el propio Vicente Moreno, con dos heridas en su cuerpo; el madrileño Dámaso Triguerina, Antonio del Caño y Salvador Baeza, de Torrox; José López, de Comares; Francisco Moreno, de Granada; y Francisco Cañavero del Piamonta (2).
Fuertemente escoltados, los prisioneros llegaron a Málaga el 3 de agosto. Al día siguiente, tras un consejo de guerra, fueron ejecutados en garrote los seis hombres de Moreno, delante del propio capitán, siendo colgados sus cuerpos en los barrotes de las ventanas de la cárcel. Los oficiales se negaron a que Moreno fuera ejecutado en Málaga por posibles represalias contra ellos, por lo que fue trasladado a Granada. En las diferentes versiones sobre el fin de Moreno, hay discrepancias en cuanto a las fechas de la ejecución, 10 u 11 de agosto, y de formas: ahorcado o fusilado, o en garrote como aparece en su sentencia. Sí es conocido, que el cadalso fue levantado en el campo del triunfo de Granada, frente a la iglesia de San Ildefonso, y que su mujer hizo todo lo posible por salvarle, aunque cuando llegó a Granada ya había sido sentenciado y estaba en capilla. Dicen que Moreno citó antes de morir: “Quiero perecer mil veces que faltar a mis deberes; tengo más honra en andar hecho capitán de bandoleros, como me llaman, que ser general de José, a quién no conozco ni conoceré como rey”. Ya junto al cadalso, le dijo a su mujer: “Sepárate de ahí, mi gloria la cifro en morir por mi patria; recuerda a tus hijos este ejemplo para que aprendan de su padre a servirla con honor”.