El
paraje que va desde Caños de Meca, pasa por el tómbolo y termina en el
promontorio rocoso donde se levanta el gran faro del cabo de Trafalgar, es sin
duda uno de los más bellos del litoral andaluz. Allí, cuando el visitante mira
hacia el mar, tiene ante sí el escenario donde el 21 de octubre de 1805 se
libró la gran batalla naval, entre la escuadra combinada, francesa y española,
mandada por el almirante francés Pierre Villanueve, y la inglesa, dirigida por
el implacable almirante Horatio Nelson. Colaborando con el Ayuntamiento de
Barbate, la Asociación Torrijos 1831 ha participado en la 2ª Edición de
Descubre Trafalgar, figurando en el cartel-programa editado por el Consistorio
y compareciendo en el cabo de Trafalgar para realizar un homenaje, por igual, a
los integrantes de las tres nacionalidades que cayeron en la batalla;
haciéndolo con las uniformidades de sus respectivas unidades y portando a la
par sus banderas, siempre desde un profundo respeto. También han colaborado en
el acto, los compañeros de la Fundación del Legado de las Cortes, de San
Fernando, que vistieron las uniformidades de la Infantería de Marina española,
así como, de los artilleros y marinos, que integraron la escuadra de Gravina.
Más datos del acto, para los lectores que habitualmente nos siguen, a
continuación.
Secuencias del acto.
Como
historiador, nuestro compañero Esteban Alcántara destacó la pericia del
almirante Nelson, que presentó unos días antes del encuentro naval, ante sus
mandos, su plan de ataque a la flota aliada, seguro que el mismo les llevaría a
la victoria. Un plan que, tanto en lo estratégico como en lo táctico, fue un
éxito, al partir a la línea franco-española en tres partes. También destacó la
figura de ilustres marinos españoles que cayeron en la batalla, como Churruca y
Alcalá Galiano.
Por
su parte, Alicia Gallego dio vida al soldado de la Infantería de Marina
británica que vio caer a su lado, a Horatio Nelson, con la columna vertebral
rota de un disparo realizado por un tirador francés, apostado en la cofa de
mesana del buque insignia francés, Redoutable. Sólo unos minutos antes de
recibir Nelson el disparo mortal, un impacto de cañón había hecho caer a su
alrededor a todos los infantes de Marina, que estaban al lado del
vicealmirante, ha excepción del que interpretó nuestra compañera. El silencio
en el acto se hizo más intenso y emocionante, cuando Alicia citó la frase dicha
por Nelson al capitán del Victory: “Por fin han acabado conmigo”, “Hardy, me
han roto la espina dorsal”.
Intervino
también José Antonio, de la Fundación del Legado de las Cortes, que
representaba con su uniformidad a la Infantería de Marina española, destacando
la labor realizada por este Cuerpo durante la batalla.
Los
abanderados mantuvieron ondeando al fuerte viento del cabo de Trafalgar, las
banderas de, España, Francia y Gran Bretaña, con otras inherentes al colectivo
y las unidades representadas.
Finalmente,
el Concejal de Cultura de Barbate se dirigió a todos los presentes, realzando
tan emblemático homenaje en el singular paraje del cabo de Trafalgar, quedando
para futuros proyectos.
Trafalgar 1805.
La
batalla de Trafalgar hay que entenderla como el último eslabón del frustrado
intento de Napoleón Bonaparte para invadir las islas británicas. La escuadra
francesa y su aliada, la española, debían de servir como elementos de
distracción para alejar a la escuadra del almirante Nelson del Canal de la
Mancha y dirigirla en socorro de las colonias británicas, en el continente
americano. Sin embargo, este plan de distracción fracasó, agravándose con
la derrota del cabo de Finisterre, que tuvo lugar el 22 de julio. Tras este
duro contratiempo y viendo con impotencia como ya nunca se podría alcanzar el
Canal de la Mancha, la escuadra aliada tuvo que refugiarse en Cádiz.
Una
vez allí. la flota franco-española se vio bloqueada por la británica de Nelson.
En septiembre, Napoleón ordenó a Villanueve navegar hacia Nápoles para
despejar el Mediterráneo del hostigamiento de los buques británicos, pero no
obedeció esta orden, permaneciendo en puerto. A mediados de octubre, conociendo
las intenciones de Napoleón de sustituirle por el almirante Rosily, y pedirle
cuentas por sus acciones, se adelantó a la llegada de su sustituto y partió de
Cádiz con la flota combinada el 18 de octubre.
Pero
“el halcón del mar” que era el almirante Nelson, esperaba precisamente ese
momento, desde hacía tiempo, cayendo sobre la escuadra aliada el 21 de octubre
de aquel 1805, frente al cabo de Trafalgar, donde franceses y españoles
fueron derrotados por la Armada Real británica. Pese a la derrota, hay que
destacar el valor de los marinos franceses, así como de algunos mandos
españoles, como Churruca o Alcalá Galiano. Durante años, también Gravina, que
murió a causa de las heridas, se encontró entre ese elenco de héroes, aunque
las revisiones que hoy día se hacen sobre él, en cuanto a sus responsabilidades
en la batalla de Trafalgar, son en algunos aspectos graves.
Otros
cargos de la Armada española, protagonistas de la batalla, fueron muy críticos
en cuanto a lo sucedido. Mazarredo, escribió: “Llenamos los buques de una
porción de ancianos, de achacosos, de enfermos e inútiles, para el mar”. Escaño
citó antes de partir: “Esta escuadra hará vestir de luto a la Nación en caso de
combate, labrando la afrenta del que tenga la desventura de mandarla”.
Trafalgar ya era crónica de un desastre anunciado, antes de hacerse a la mar
las naves españolas. Allí se perdió el enlace con las colonias americanas, que
sí se había mantenido en los tres siglos anteriores. Con ello comenzó la emancipación
de las colonias.