Homenaje al Regimiento de Infantería de Málaga en Arquillos (Jaén), lugar donde se batió en 1810.

Asociación Torrijos 1831.- Tras participar en las batallas de Almonacid y Ocaña, y como consecuencia a la retirada a los puertos de Sierra Morena, el Regimiento de Infantería de Málaga se batió en Arquillos (Jaén), encuadrado en la IV División de Castejón, con la vanguardia de caballería del general Sebastiani, el 21 de enero de 1810. En 2007, la Asociación Histórico Cultural Torrijos 1831 realizó la reconstrucción del Regimiento de Infantería de Málaga, unidad que en la Guerra de la Independencia combatió en, Almonacid, Ocaña, Arquillos, Málaga, Serranía de Ronda y Cádiz. Por esa actividad cultural e histórica, esta recreación ha recibido por parte de los ayuntamientos de Málaga, Cádiz, Almonacid y Ocaña, las banderas de estas localidades, y de mano del Alcalde Francisco de la Torre, la coronela. La recreación propuso al Ayuntamiento de Arquillos, hacer un acto que recordara aquellos hechos del 21 de enero de 1810, y homenajeara a los malagueños que allí cayeron, o fueron apresados para un largo cautiverio. Con mucha amabilidad, el Consistorio de Arquillos, con su equipo de gobierno y el alcalde D. Miguel Ángel Manrique Peinado, al frente, accedieron a ello, pasando una gratísima jornada en esta histórica localidad jienense.

Los precedentes.

Hay hechos que, perdidos en la oscuridad de los tiempos, terminan casi por olvidarse. En el año 1809, el desarrollo de la bélica en el centro peninsular, hizo bascular a favor de los franceses el desarrollo de la Guerra de la Independencia en nuestro país. El hecho decisivo que posibilitó ese cambio de la situación se produjo con la batalla librada en Ocaña, entre españoles y franceses, el 19 de noviembre del fatal 1809.  Los napoleónicos deshicieron con su masa de caballería a los jinetes de Freire, que pronto comenzaron a huir, iniciándose la desbandada general de la infantería española ante un enemigo que no dio respiro.
 El general Areizaga y sus ayudantes pensando más en no caer prisioneros que asumir las responsabilidad del mando que les era obligado, bajaron con rapidez de la torre de San Martín y huyeron a uña de caballo, sin haber previsto ni dado un punto de concentración a las unidades fugitivas, que permitiera salvarlas de una dispersión general. Así, a las bajas españolas de la propia batalla, hubo que sumar las de la persecución hasta Sierra Morena, por parte de las tropas del general Víctor. El Ejército del Centro tuvo 5.000 muertos, 12.000 heridos y 15.000 prisioneros. De 70 piezas de artillería sólo pudieron salvarse una decena. Además, se perdieron cantidades muy importantes de pertrechos, bagajes, provisiones y repuestos enviados recientemente desde Gran Bretaña.
De los 53.277 hombres que integraban el Ejército del Centro al principio de las operaciones, sólo pudieron llegar a los campamentos de Sierra Morena unos 25.000, de ellos 3.000 jinetes.
La 4ª División de Castejón fue una de las que tuvo más pérdidas, y en ella, la peor parte la llevó el Regimiento de Infantería de Línea Málaga, que una vez en Sierra Morena sólo pudo contabilizar unos 250 hombres. Mal alimentados y peor equipados, acamparon en las llamadas.