Dentro
de los actos organizados por el Ayuntamiento de Mijas sobre la Guerra de la
Independencia en esa localidad, bajo el título genérico: "Mijas: un pueblo
solo ante los soldados de Napoleón”; en la noche del sábado 17 de septiembre,
se ha escenificado dentro de la recreación “Alerta Mijas”, el repliegue
histórico, que parte de los efectivos del Regimiento de Infantería de Málaga,
tras defender la capital en la tarde noche del 5 de febrero de 1810, llevaron a
cabo por el camino de Mijas, hasta llegar a esta localidad, siendo muy bien
recibidos por la población, ya que en junio de aquel difícil año, unos noventa
mijeños se habían incorporados el Regimiento titular de la capital. Este hecho,
vincula de por sí la historia de Mijas con las recreaciones que llevamos
realizando, en cuanto a la Guerra de la Independencia, desde 2009. Más datos
para los lectores que habitualmente nos siguen, a continuación.
Mijas en 1810.
Un
año más han sido homenajeados los mijeños enrolados en el Regimiento de
Infantería de Málaga, que cayeron en las batallas de, Almonacid y Ocaña, y la
acción Arquillos, todo en medio de un respetuoso silencio y con la luminaria
del fuego de las antorchas que portaban los vecinos de Mijas. Y es que, con
medios, presencia institucional, atenciones y agradecimiento, el equipo de
gobierno del Ayuntamiento de Mijas ha apoyado de nuevo a la Asociación Torrijos
1831, en la recreación “Alerta Mijas”.
De
su contexto histórico, damos los siguientes datos: barrio de El Perchel,
tarde-noche de 1810. Mezclados con los percheleros, un grupo de importante de
mandos y tropa del Regimiento de Infantería de Málaga se bate con arrojo con la
vanguardia de la columna del ejército francés que intenta entrar por lo que hoy
es calle Cuarteles. Los napoleónicos sobrepasan las líneas de resistencia y
marchan hacia la Alameda, momento que aprovechan los hombres del Regimiento
Málaga para escapar a campo abierto por el espacio llano que jalona el camino
de Churriana, hacia el viejo Puente del Rey. Allí encontrarán todavía a algunos
rezagados de la caballería que habían hecho defección al ver el resultado del
combate de Arrecife. Los del Regimiento Málaga progresan por el viejo camino a
Mijas hasta llegar a lo localidad, entrando por la calle que hoy lleva el
nombre de Camino de Málaga, mostrando la población cariño y piedad por ellos,
dado el estado lamentable que traían algunos soldados, heridos de gravedad.
Ante la difícil situación, el pueblo mijeño se concentra bajo el balcón de la
casa consistorial con antorchas, a espera de la palabra que les dirija el
alcalde. En medio de un expectante silencio, los mandos del Málaga transmiten a
las autoridades los hechos ocurridos en la capital, y que ya no quedan fuerzas
interpuestas para librar del avance francés a Mijas, citando que la ocupación
del pueblo será cuestión de días, o tal vez, de horas. Por ello, el Alcalde
leerá un bando, el ya famoso “Alerta Mijas”, donde explica el amargo destino
que el futuro deparará a la localidad. Antes de finalizar su proclama,
pide a los vecinos que se trasladen a la plaza del pueblo para vivir la última
noche en libertad.