Por iniciativa de la Asociación Torrijos 1831,
los cuidados uniformes del 4º de Polacos, una de las recreaciones más conocida
del colectivo en cuanto a la Guerra de la Independencia, se han asociado de
nuevo al paisaje histórico de las dos elevaciones conocidas como los
Cerrojones, situadas al oeste de Almonacid de Toledo. En la mañana del 11 de
agosto de 1809, los regimientos polacos, 4º, 7º y 9º, encuadrados en lo que se
denominó División Polaca, bajo el mando del general Valence, atacó frontalmente
los Cerrojones, situados geográficamente en la izquierda del despliegue del
Ejército de la Mancha, que dirigía el general Venegas, en lo que fue la batalla de Almonacid. Los
Cerrojones, cuyo perfil se puede ver perfectamente al fondo de la imagen,
estaban defendidos por dos unidades españolas, que tuvieron que hacer frente,
además, a la División Alemana de Leval, que atacó a los españoles por la
vertiente opuesta a la de los polacos. En los comentarios históricos que
hacemos a continuación, rogamos a los lectores que habitualmente nos siguen,
que no pierdan de vista la fisonomía topográfica de los Cerrojones, que
aparecen en la foto, fundamental para comprender aquel acontecimiento
El combate
de los Cerrojones.
Los Cerrojones topográficamente son un solo cerro con
dos cumbres (una de 763 m. y otra de 758 m. más al sur), presentando hacia el
este un terreno amesetado Estuvo bien la medida de previsión para la alerta, de
colocar la noche anterior a dos regimientos españoles en los Cerrajones (unos
2.000 hombres), pero una vez sabida la llegada del ejército francés a
Almonacid, estos deberían haberse replegado al cerro de La Cruz,
acogiéndose a la línea de la 1ª División de Lacy. No se hizo así, lo que obligó
a los españoles a seguir la estrategia de marcada ya por Sebastiani, y a partir
de ahí y como consecuencias, fueron derrotadas las tropas españolas enviadas
como refuerzo, y los dos regimientos españoles que, tras valerosa lucha,
terminaron expulsados de los Cerrojones. Centrándonos en los polacos, estos
combatieron con valor y decisión, sufriendo ante las descargas españolas, un
total de setenta y tres bajas de oficiales, entre muertos y heridos, y
calculándose las de la tropa, en unos 300 hombres. Uno de los que cayó en aquel
día, atravesado su pecho por una bala española, fue el conocido coronel del 7º
de Polacos, Maciej, conde de Sobolewski.
Borrando las
huellas de la Historia.
Cada
año que pasa, los Cerrojones van perdiendo su fisonomía. La cantera que allí
opera, va devastando más y más el terreno, alcanzando hoy una parte importante
de la meseta donde combatieron los dos regimientos españoles que con tanto
sacrificio defendieron esas alturas. De
seguir así, dentro de poco este espacio geográfico quedará totalmente reducido
a una llanura, siendo difícil de interpretar para las generaciones venideras
que ocurrió en este sector de la batalla de Almonacid.