Asociación
Torrijos 1831
Trabajo de investigación en el campo de batalla.
Hace
siete años, Esteban Alcántara, autor de “Málaga frente a la Guerra de la
Independencia” (1996), se trasladó a la zona para dar con el espacio donde el
11 de agosto de 2009 se batió el Regimiento de Infantería de Málaga,
consiguiendo fijarlo en la pendiente norte del conocido Cerro de Utrera. Había
que encontrar los restos de metralla lanzada por los cañones franceses que,
maniobrando con rapidez, se colocaron en el flanco derecho de la 4ª División de
Castejón. Efectivamente, en ese sector pudo visualizar abundante restos
de metralla, restos hoy muy esquilmados por todo el peregrinaje que supuso, en
2009, las visitas de aficionados a este tema, según nos han contado algunos
vecinos de Almonacid, desapareciendo así un patrimonio que creemos que debe
pertenecer a la citada localidad.
Secuencias del acto dedicado a los malagueños que
cayeron en Almonacid.
Bajo
el flamear de las banderas de las localidades vinculadas con el Regimiento de
Infantería de Málaga, como Melilla, Málaga, Cádiz u Ocaña, así como la bandera
coronela del Regimiento y la de su Batallón; comenzó el acto con una exposición
de las circunstancias que motivaron la batalla y sus fluctuaciones sobre el
propio campo, así como la presencia histórica del Regimiento de Infantería de
Málaga.
Después,
la poeta Alicia Gallego, recitó el poema “Almonacid. 11 de agosto de 1812”, que
cita:
Almonacid.
Aquí yacen aquellos hombres del Regimiento Málaga,
distinguidos,
a través de los tiempos, hojas de los laureles de tu gloria.
¡Despertad!
¡Despertad! De ese sueño infinito. Es el recuerdo quién os levanta,
en
justo homenaje a vuestra hazaña.
Cruzamos
el puente de la nostalgia y sentimos la luz de vuestras almas,
que
relucen en el cielo de las noches toledanas.
Llegasteis
a esta villa de Almonacid sin saber donde os encontrabais,
sin
imaginar lo que os esperaba. Al alba, triste alba, el enemigo atacó,
os
batisteis con valor, y las sombras de la muerte tapizaron el horror.
La
sed del campo bebió de vuestra sangre inocente
y
el polvo cubrió los rostros, henchidos de juventud.
¡Qué
dura fue la batalla para el Regimiento Málaga!
Luchasteis
hasta la muerte ¡Cómo luchan los valientes!
Con
los dientes apretados y el miedo bajo las botas.
¡Ay
salvaje andanada de metralla que sentenció vuestro destino!
Ardieron
las amapolas y las piedras del camino.
En
las tierras castellanas se perdieron muchas vidas.
Málaga
lloró a sus muertos y de luto se vistió,
no
hubo un beso, ni un adiós, ni una carta perfumada con esencias del amor,
solo
el hueco de la ausencia muy dentro del corazón.
¡Bendito
reposo! En los brazos de la Sisla. Hermosa comarca sembrada
de
fe y esperanza, donde florece la libertad y el vahaje mece la voz de Zaida
que
canta en los jardines del aire, Almonacid, el castillo te divisa con sus ojos
ancestrales,
en
él se guarda el tesoro de tu historia. Late en tu pulso la vida,
y
en tu mirada el recuerdo de aquellos héroes soldados del Regimiento de Málaga.
Por
su parte, ese gran poeta que Enrique Parapar, recitó con emoción, otro poema a
la memoria de aquellos malagueños, que tan jóvenes dejaron allí sus vidas.
A
continuación, la reconocida cantante flamenca e integrante de nuestro
colectivo, Mari Carmen Casanz, interpretó genialmente el martinete compuesto
para la ocasión, titulado: “Almonacid al alba”, que con su calidad llenó de
emociones el ambiente que acogía el acto, ganándose el cariño de todos,
especialmente de las autoridades y vecinos de Almonacid.
Finalmente,
a redoble de tambor, las banderas se inclinaron para recordar a los malagueños,
y resto de caídos en Almonacid, tanto españoles, franceses, polacos, alemanes y
holandeses, que perecieron en la batalla.
En
un próximo artículo, relataremos otras secuencias del acto.