El famoso productor italiano Dino de Laurentis puso todos
los medios a su alcance para hacer esta superproducción, siendo la primera
colaboración entre el cine ruso y el occidental. Laurentis contó con el
director ruso Serguéi Bondarchuk, que ya había dirigido la superproducción “Guerra y Paz”. A Laurentis le costó
“Waterloo” 25 millones de dólares, contando con un reparto realmente
excepcional, con Rod Steiger como Napoleón, Chistopher Plummer
(Wellington), Orson Welles (Luís XVIII), Dan O´Herily (mariscal Ney), Michael
Wilding (general Ponsonby), Jack Hawkins (general Picton), o Sergei
Zakhariadze (mariscal Blücher).
Superar unos de los grandes
inconvenientes como el del número de hombres (entonces no existías los rellenos
digitales), se solventó con la participación 16.000 extras ucranianos, soldados
entonces del ejército soviético, que durante siete semanas maniobraron a las
órdenes de Bondarchuk. La caballería de los dos bandos se gestionó con 3.000
jinetes con sus correspondientes caballos. Se confeccionaron un total de 22.000
uniformes, y se equipó de armamento de la época a unos 8.000 hombres. Las
secuencias de la batalla se rodaron muy cerca de la frontera de Ucrania con
Rusia, próxima a la ciudad de Uzhgorod. Dino de Laurentis y su mano derecha,
Mario Garbuglia, habían escogido el sitio lo más parecido al auténtico
Waterloo, haciendo reconstrucciones perfectas de la Haye Sainte, Bella-Alliance
o Haugoumont, se plantaron numerosos árboles, alcanzando un aspecto similar a
lo de los campos belgas. Pese a todo despliegue en medios, hombres y
equipos, para los verdaderos cinéfilos, será muy difícil de olvidar la
excelente interpretación Rod Steiger, sobre un Napoleón en Waterloo, soberbio y
agotado, y no en su mejor forma; y de Chistopher Plummer como Wellington, papel
que con su especial clase, bordó.