En el verano de 1813, el Málaga estuvo mejorando su
instrucción en San Fernando y Puerto de Santa María, y también equipamiento, formando
parte, en otoño, del cordón sanitario establecido por las autoridades
españolas, debido a la epidemia que sufría la población de Gibraltar.
Al terminar la terrible infección, el Regimiento de Málaga
nº 31 vivió uno de los momentos más felices y deseados de su historia: el
regreso y destino a la querida capital malacitana, que le vio nacer y crecer.
Entre los vítores y aplausos de los ciudadanos, la unidad entró en Málaga en
olor de multitudes. En el desfile, mezclados entre los nuevos incorporados,
marchaban todavía algunos veteranos que habían estado en Alomonacid, Ocaña,
Arquillos, en la defensa de la ciudad el 5 de febrero de 1810, en los combates
de las sierras de Ronda y Cádiz, y en la defensa de la Isla de León. Si el
sentimiento popular se desbordó con aquella tropa, también lo hizo el primer
Ayuntamiento constitucional de Málaga, que le concedió al Regimiento su bandera
coronela.
A las 12´00 h. del sábado 21 de
febrero de 2015, en el incomparable patio de armas de la Alcazaba y en un bellísimo
acto, rodeados de diversas autoridades civiles y militares, de Málaga,
profesores de la Universidad y representantes de numerosos colectivos
malagueños, el Excmo. Sr. Alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, hizo
entrega de la bandera coronela a la muy estimada recreación histórica
“Regimiento de Infantería de Málaga”, perteneciente a la Asociación Histórico
Cultural Torrijos 1831. Se escogió febrero, pues fue mes en el que,
históricamente, el Regimiento Málaga defendió diversos puntos de la ciudad
contra los franceses, especialmente los barrios de Trinidad y Perchel. El
trasfondo histórico de este acto, ha recordado aquel otro de 1813 en el que el
Ayuntamiento de Málaga entregó la bandera al Regimiento Málaga, tras defender
durante más de un año la Isla de León.
El Regimiento de Infantería de
Málaga entró desfilando en la Alcazaba (durante algunos años del XIX fue
Comandancia Militar de Málaga), hasta llegar al patio de armas, donde esperaban
diversas personalidades y representantes de colectivos. A destacar: el alcalde
de Málaga, Francisco de la Torre; el alcalde de Macharaviaya, Antonio Campos,
la catedrática de Historia de la Universidad de Málaga, Marion Reder Gadow, el
doctor en Historia, Pedro Pérez-Frías, ambos especialistas de la Guerra de la
Independencia en Andalucía, junto a los que estaba el conocido investigador
Rafael Vidal, representante de los Veteranos de las Fuerzas Armadas; Rafael
O´Donnell con integrantes del Club Liberal de Málaga 1812; representante de la
Casa de Melilla, Juan Hernández; directora del conjunto monumental de la
Alcazaba-Castillo de Gibralfaro, Fanny de Carranza; Directora del Parque
Cementerio de San Miguel, Araceli González; varios coroneles, jefes y oficiales
de los regimientos Aragón nº 17 y Melilla nº 52, éste último sucesor directo
del Regimiento de Infantería de Málaga.